No puedo con la burocracia

Hay cosas en la vida que te persiguen como una mascota con hambre… Y hoy me he dado cuenta que una de las que me ha estado molestando a todas horas es la burocracia. Y no, no estoy hablando solo de la administración pública.

Empecemos por lo más reciente… El sinsentido de no proporcionarte TU información.

El caso es que mi hijo está en un proceso de consultas y pruebas en el hospital y hacía un par de meses que nos dijeron que nos enviarían cita para las pruebas que faltaban. Generalmente te mandan un sms o te llaman por teléfono, pero esta vez no había sido así y cabía la posibilidad de que no se hubiesen pedido las pruebas o que se nos hubiese pasado la fecha sin saberlo… Al intentar usar la app de citas de la comunidad de madrid nos pide un número de cita para consultar sus datos ¿porqué? Ese dato no lo teníamos porque la cita la había pedido el mismo especialista y solo él sabía el número. ¿no sería más sencillo mostrarte la lista de todas tus citas? En fin…

El caso es que decidimos presentarnos en admisiones del hospital y, tras casi dos horas de espera (¿realmente esto no se puede mejorar?), nos dicen que para darnos estos datos necesitamos una autorización por parte de nuestro hijo (que acaba de cumplir los 18) y fotocopias del dni y la tarjeta sanitaria… Evidentemente la tarjeta la teníamos, pero el DNI lo tenía él y parece que una foto en el móvil tiene menos valor que una fotocopia (sigh)… Repito, ¿no sería más sencillo darnos esa información telemáticamente?

El siguiente sin sentido, que está a punto de mandar a pique a mi empresa, es el de la burocracia empresarial «envenenada»…

Cuanto más grande es la empresa, más complejos son los procesos de gestión, eso lo asumimos todos, pero, lo que no es asumible es que los retrasos, ineficiencias o descuidos en los niveles de gestión de la empresa afecten de manera mortal a proveedores o colaboradores como es el caso.

Llevamos trabajando con una gran empresa, colaborando de manera decisiva en uno de sus proyectos más novedosos y estratégicos desde hace año y medio. El primer año tuvimos dos contratos y con la última extensión del contrato se nos indicó que funcionaríamos mediante órdenes de trabajo y facturas contra esas órdenes. Eso es mucho papeleo y, para que os hagáis una idea, de enero a marzo nos genero 17 facturas. En teoría con un plazo de pago de 45 días.

Cuando vencieron las primeras de enero (en marzo) vimos que los pagos no llegaban. Preguntamos y nos dicen que hay un problema «administrativo» y que ya cobraremos en abril. En abril (hemos seguido trabajando para ellos en marzo y abril) nos indican que hay más problemas y que hay que firmar un nuevo contrato para los trabajos nuevos y otro para poder pagar las facturas viejas ¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!! WTF?

Llega finales de abril y tampoco pagan, en mayo no me dan muchas esperanzas (tiene que firmar el CEO y, claro, debe ser que los asuntos de la empresa no le parecen lo suficientemente importantes como para estar disponible)… Y yo, mientras tanto, pagando el IVA, las nóminas, los gastos de estar trabajando para una gran empresa con dinero propio. Si le pido a los bancos ya me han dicho que tengo que avalar con mis bienes (y cualquiera se fia de nadie hoy en día)… Pero para la gran empresa es solo «un problema administrativo interno».

Ninguna empresa puede vivir seis meses sin ingresos, ninguna que no sea una startup y hay recibido financiación para ello. Y menos trabajando y dejándose la piel día a día haciendo lo que mejor sabemos… Si en un mes esto sigue así tendremos que cerrar «por un problema administrativo de una empresa ajena».